miércoles, 30 de noviembre de 2016

Una noche de verano

A la chica rubia de aquel garito:
Te quiero.
Estoy loco al pensar que pueda quererte.
Pero te quiero.
Es la primera vez que te veo y ya movería el cielo por ti.
Llámalo amor a primera vista.
Llámalo como quieras.
Pero llámame.

Quizás nunca vuelva a verte.
Ese peinado de modelo.
Esa mirada furtiva buscando llamar la atención.
La mía.
Esa manera en la que susurrabas Skiny Love a aquella calurosa noche.
Esa falda larga que resultó ser mi mayor perdición entre copa y copa.

Al final te marchaste.
Como ocurre con todo.
El rastro de la divinidad paseando por las calles oscuras mientras yo aún recordaba cómo se movía tu culo.
Como un idiota sonriendo,
pensando que me mirabas a mí
y no a aquel camarero que te invitaba a otra cerveza.

Acabo la copa.
Cojo tu recuerdo y mis penas.
Arranco el motor.

Todavía hay un sitio donde me echan de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario